He vuelto tras un verano en el que España ganó su tercera Eurocopa tras arrollar por 4-0 a Italia en la final, tras ver cómo la selección olímpica iba a Londres para conseguir el oro y se fue a las primeras de cambio con unos de los fiascos más grandes que se recuerdan. Razon: ese equipo estaba plagado de culés frustrados. También he podido ver un mercado de fichajes lamentable en el que no ha habido apenas novedades y con la sorpresa, no grata, de que Coentrao siga en el Real Madrid.
Odiadme o queredme, amadme o crucificadme, hablad bien o mal de mí, me la pela totalmente, lo importante es que habléis.
Nos vemos.
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