domingo, 19 de mayo de 2013

La inmigración y el fútbol

La inmigración de por sí no es un tema fácil de tratar, pero si en algo estamos de acuerdo es que afecta en todos los ámbitos. El fútbol es un ámbito más de la vida cotidiana y no se salva de este aspecto. Es más, juega un papel importante cada vez más importante. Aunque sea en otros ámbitos y con otro contexto existen muchos movimientos migratorios y varios conflictos culturales que surgen en el seno de un vestuario (salvo casos peculiares como el Athletic de Bilbao o el Chivas de Guadalajara mexicano). Es fácil hablar de multiculturalidad en estos entornos. Varios equipos han llegado a tener una plantilla de unos 25 o 30 jugadores conformadas por jugadores de ¡hasta 11 nacionalidades distintas! El éxito o fracaso de ese club dependerá de cómo se congenien y como salven ciertas barreras como el idioma, y lleguen a ser un todo bien engrasado. Buscan una sinergia que les proporcione un crecimiento tanto personal como profesional. A continuación voy a comentar algunos casos interesantes que he recopilado sobre ciertos problemas que pueden surgir:

-En un primer momento existe un marco legal que no permite tener más de 3 extracomunitarios por club. Es decir, un equipo español puede estar conformado por 25 ingleses pero jamás podrá tener 3 argentinos, 2 brasileños, 1 africano y 1 asiático a no ser que estos estén nacionalizados en un país de la Unión Europea o en el del club de origen. Esto restringe mucho las posibilidades de muchos futbolistas que quieren jugar en Europa (en fútbol de élite por todos es sabido que se juega en el viejo continente, destacando las ligas de Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, España, Portugal y Holanda) y algunos tuvieron que recurrir a técnicas ilegales como falsear su pasaporte para así no ocupar plaza de extranjero. Unos caso que se me vienen a la mente ahora mismo son los de un excentral brasileño de Las Palmas llamado Álvaro y del uruguayo Álvaro "El Chino" Recoba.
Mucho antes, sólo se podía contar con 4 extranjeros en la plantilla pudiendo alinear sólo a 3 en el 11 titular. En este caso cualquier futbolista que no fuese del mismo país de origen que el club era contado extranjero. Pero todo ello cambió gracias a una sentencia del año 1995 y que dio lugar a una ley que en el mundo del fútbol fue conocida como Ley Bosman. Aquí os dejo un enlace de otro blogero que me parece que explica bastante bien lo que supuso esta ley y cómo cambió este deporte desde un punto de vista legal. http://www.odioeternoalfutbolmoderno.com/2012/08/la-ley-bosman-y-el-cambio-en-la-historia-del-futbol/


-Como hoy en día cada equipo está conformado por jugadores de varias nacionalidades, los que son de la misma nacionalidad tienden a formar grupo entre ellos y a entablar una relación más cercana. Como ocurre en las calles día sí y día también, los jugadores se juntan por nacionalidades dentro de un vestuario y crean dentro del mismo clanes. Ejemplos representativos son el Barcelona de final del siglo XX y principios de S XXI que contaba con un amplio abanico de jugadores holandeses con el entrenador Louis Van Gaal a la cabeza; o por no irnos tan lejos en el tiempo, estas 3 últimas temporadas del Real Madrid en las que Mourinho ha sido entrenador, en la prensa se ha hablado mucho entre diferencias entre el clan español y el técnico portugués, entre el clan portugués y el español o de los clanes argentino o alemán. Estrategia o no de la prensa para crear morbo y vender más ejemplares, lo cierto es que estos clanes existen y existirán toda la vida aunque sólo sea por una cuestión de afinidad cultural. Es más fácil que tengas más cosas en común con un compatriota o con uno con el que comparte tu misma lengua que con uno que no. Las barreras culturales existen y el futbolista, en su condición de ser humano, busca la comodidad y superar esas barreras suponen un sobresfuerzo que van en contra de este concepto de comodidad.


-En muchos casos los jugadores de otras nacionalidades no hacen lo suficiente por integrarse en el país de origen. Es muy señalado el caso de los ingleses que pasaron por el Real Madrid, Woodgate y Beckham. El primero aún tiene excusa pues vino lesionado, recayó de su lesión y se pasó una temporada y media en el gimnasio haciendo rehabilitación. Es muy difícil integrarse con las máquinas que utilizas para ejercitarse a pesar de que algunas personas (cada vez más por desgracia) obtienen una simbiosis digna de estudio con estos aparatos. Pero centremonos en el caso de Becks. Mucha imagen, mucho anuncio, muchas camisetas vendidas, poco juego y, lo que es peor, 4 años en Madrid y 4 años en los que no dio muestras de haber aprendido castellano salvo insultos varios hacia rivales o árbitros cuando Sir David se cabreaba porque le habían dado una patada o no le señalaban una falta.


-En ciertas selecciones como la italiana estaba mal visto que un integrante que no tuviese los rasgos del italiano medio, se vistiese la azzurra y representase al país transalpino. Esto lo ha sufrido Mario Balotelli al grito de "Los italianos no son negros". Aunque se va paliando poco a poco esta corriente racista con el nuevo combinado de Prandelli, ya que, al igual que Super Mario, en la delantera juega El Shaarawy que es de ascendencia egipcia. Aún así en 2006, año en que Italia se alzó con su 4º título de campeón del mundo, se armó mucho revuelo porque el seleccionador por entonces, Marcelo Lippi, convocó para la cita mundialista de Alemania a un argentino de ascendencia italiana que jugaba en la Juventus: Mauro Camoranesi. Esto demuestra que la integración muchas veces no depende sólo de una parte sino de un trabajo conjunto, mutuo. Al italiano que protestaba porque Camoranesi no le importaba que este jugase bien o mal al fútbol, le importaba su procedencia, un documento, un lugar de nacimiento.
Aún así, hay algunos casos de triunfos en el fútbol de selecciones que se deben en gran parte a la inmigración. Mucha de esta inmigración es resultado del postcolonialismo pero al fin y al cabo son inmigrantes aunque sean de 2ª o 3ª generación. Algunos casos son:


La Holanda que ganó la Eurocopa de 1988. Aunque estaban comandados por un delantero centro de una enorme calidad como Marco Van Basten, los que realmente creaban el juego en el centro del campo eran 2 tipos de color: Gullit y Rijkaard.



La España que ganó la Eurocopa de 2008. En el centro del campo un brasileño nacionalizado español destacó en el triunfo de La Roja que abriría una época de éxito para una selección que siempre había estado acostumbrada a las decepciones. Marcos Senna hizo una Eurocopa sublime y fue una pieza clave en el éxito español.



La Francia que gana el Mundial de 1998. La figura de un descendiente de argelinos se alzó por encima de la del resto. Zinedine Zidane fue la estrella que más brilló en el Stade de France en la final contra Brasil marcando 2 de los 3 goles que les bleus endosaron a la canarinha. Pero Zidane no era el único caso de inmigrante en ese combinado exitoso que 2 años más tarde ganarían la Eurocopa. Thuram, Desailly, Henry, Karembeu, Trezeguet, Djorkaeff o Vieira. Bastantes jugadores de ascendencia inmigrante en un combinado que supo combinar el musculo y la creatividad lideradas por Zizou.





1 comentario:

  1. no podías djar de hablar de este tema. Con la plantilla del Madrid...era un tema de interés y actualidad. La plantilla del atletico también tiene tela, eso sí, a ellos les vale de algo que por lo menos se llevan la Copa del Rey, aunque sea un título menor.
    Real Portugal de Madrid: 2 titulos nacionales y uno menor, con la plantilla más cara del mundo. Eso es cohesión de grupo. Eso es un equipo internacional donde los haya jajaja. buena entrada man

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